MAESTRANTE: HECZABETH GARCÍA
C. I. Nº 14.925.567
Sin embargo, haciendo una revisión
bibliográfica, se encuentra a Lakatos (1974) quien se opone al criterio de Kuhn
(1971) al manifestar que los paradigmas raramente son sustituidos por otros,
que más bien coexisten, muchas veces son complementados y utiliza el concepto
de multiplicidad de paradigmas o pluriparadigmaticidad. Aportaciones recientes
sobre los paradigmas en investigación educativa han sido presentadas por Bredo
y Feinberg (1982), Koetting (1984), Lincoln y Guba (1985), Shulman (1986)
Tuthill y Asthon (1983), De Miguel (1988), entre otros, (citado por Castellanos,
B. 2006) quienes han definido e identificado tres grandes paradigmas como
marcos que guían la investigación educacional: el paradigma positivista
conocido también como cuantitativo, empirista, positivismo lógico,
racionalista. El paradigma interpretativo también llamado cualitativo,
fenomenológico, naturalista, etnográfico o humanista. Y el paradigma
sociocrítico que se sustenta en la teoría crítica social de Habermas.
En el paradigma cuantitativo la
finalidad de la investigación es explicar, predecir, controlar los fenómenos,
verificar teorías; la naturaleza de la realidad es objetiva, estática,
fragmentable; el investigador es externo y el sujeto como objeto de
investigación; los valores son neutros; la teoría norma la práctica; los
criterios de calidad son la validez, la fiabilidad; utilizan como técnicas e
instrumentos: cuestionarios, medición de tests, observación sistemática y para
los análisis de datos la estadística descriptiva e inferencial. Los métodos posotivistas se dirigen a las
personas investigadas como “ellos” o “él/ella”, es decir, en tercera persona.
Con respecto al paradigma
interpretativo, la finalidad de la investigación es comprender e interpretar la
realidad, los significados de las personas, percepciones, intenciones y acciones;
la naturaleza de la realidad es dinámica, múltiple, holística, construida; en
la relación sujeto – objeto hay dependencia, se afectan, el investigador está
implicado; los valores son explícitos e influyen en la investigación; existe
retroalimentación mutua; los criterios de calidad están representados por la
credibilidad, confirmación; las técnicas e instrumentos son cualitativos,
descriptivos, el investigador es el principal instrumento; para los análisis de
datos usan la inducción analítica, la triangulación. En contraposición a los
métodos interpretativos, se dirigen a las personas investigadas en términos de
“usted” o “tú”, en segunda persona.
Dentro de este contexto, existe otro
paradigma llamado sociocrítico que surge como respuesta a las tradiciones
positivistas e interpretativas y tiene como finalidad de la investigación,
identificar potencial de cambio, emancipar sujetos, analizar la realidad; el
método asociado es el dialéctico; la relación sujeto – objeto es influida por
el compromiso y el investigador es un sujeto más; los valores son compartidos;
la práctica es teoría en acción; el criterio de calidad es la validez
consensuada; utiliza estudios de casos y técnicas dialécticas; el análisis de
datos es intersubjetivo y dialéctico. En contraste con el positivismo y el
interpretativo, el sociocrítico se dirige a las personas investigadas como
“yo”, “nosotras/nosotros”, en primera persona.
En base a los planteamientos
anteriores, se considera que los tres paradigmas no comparten elementos comunes,
pues cada uno tiene una finalidad y una óptica diferente, los métodos
utilizados en unos son cuantitativos, en otro son cualitativos y en el último
son dialécticos; las relaciones sujeto – objeto tienen divergencias bien
marcadas. La polémica entre estos paradigmas desarrollados ha sido discutida
por diversos autores, sin llegar a acuerdos. En fin, el campo de la realidad
seleccionado para ser investigado dependerá de la óptica del investigador en
cuanto a cuál paradigma empleará.
1 comentarios:
excelente
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